Una caja de vino personalizada
MATERIALES Y HERRAMIENTAS
- Caja de vino
- Papel decoupage
- Cola blanca
- Pintura a la tiza
- Paletina y cubetas
- Lija
- Betún de judea

Las cajas de vino vienen a ser como las hermanas pequeñas de los palets… ¡sirven para todo! Son pequeñas estanterías o cofres, fuente de piezas de madera para cualquier uso y, decoradas con un poco de gracia, pueden resultar decorativas en sí mismas. Eso nos proponen desde El Rincón de los Tuneos, donde proponen un diseño de inspiración British.
1-LIMPIAR Y DAR UN LOOK VINTAGE
Empezaremos por limpiar la madera con un paño. Si tiene asa, podemos quitarla para trabajar con más comodidad y ya la recolocaremos más adelante. Nuestra caja quedará mucho mejor si tiene un aspecto envejecido. Para logralo, elegimos pintura a la tiza, del color que más nos guste, aunque para destacar los diseños decoupage, mejor escoger un tono claro.

2-ELEGIR LOS DISEÑOS DECOUPAGE Y DAR COLOR
Damos cola blanca y se recomienda presionar con una hoja de acetato y pasar la plancha (poniendo un papel de horno entre la plancha y la superficie). Pasaremos a darle color a la caja. En este caso, la blogger de El Rincón de los Tuneos, Consuelo, ha elegido el blanco antiguo para el interior, así como rojo y gris para los laterales. Si se quiere un efecto desgastado, recomendamos aplicar una capa fina de pintura.
Una vez hayamos pintado, pasaremos a lijar suavemente la caja una vez se haya secado la pintura. A continuación, aplicaremos los diseños de papel decoupage que nos parezcan interesantes usando la cola blanca.

3- PARA ACABAR, ENVEJECEREMOS EL RESULTADO
Si se desea, se puede potenciar el toque envejecido utilizando con betún de judea. Aplicarlo utilizando un paño embebido y frotar suavemente, insistiendo en rincones y bordes, donde la madera envejece de manera natural. Dejaremos secar la caja durante unas horas y dar una mano de barniz mate al agua. Recuerda que puedes volver a colocar el asa que retiramos al principio.
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